–La barbilla es enteramente del padre.
–Bueno, pero tiene los ojos de la abuela.
–¡La nariz es mía!
Poco a poco los familiares fueron descuartizando al bebé hasta no dejar de él ni una gota de identidad propia.
–Bueno, pero tiene los ojos de la abuela.
–¡La nariz es mía!
Poco a poco los familiares fueron descuartizando al bebé hasta no dejar de él ni una gota de identidad propia.