martes, 13 de octubre de 2009

El uniforme del general

–Dentro de nada, España volverá a tener una monarquía decente y como tiene que ser –me dijo la noche anterior muy tarde ya, cuando el resto de capitanes y generales habían aplacado su entusiasmo y pudimos quedarnos a solas en el dormitorio–. No más Cubas, Áfricas ni Lisboas, sólo España.
Mi marido se quitó las botas, señal inequívoca de que el día terminaba y también de que la suerte estaba echada.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Pachi y su diente valiente

No es fácil ser un diente valiente, y menos un diente valiente de esos que resistían los helados o los pucheros al rojo vivo. Treinta años molientes que llevaba entre lengua y encía al frente del ejército, dando ánimo a las tropas en las noches inhóspitas en que hordas de gérmenes los asaltaban y nunca había sentido su ánimo flaquear. Sin embargo, las últimas semanas algo estaba perturbando su paz y la del todo el reino bucal. Una tribu de gérmenes malignísimos se habían apoderado de las regiones molares y se estaban haciendo fuertes en las almenas de la muela Vicenta. Su situación de poder era tal que la lucha descarnizada mantenía a todos en vela y algunas muelas comenzaban a hacer concesiones y confraternizar.