miércoles, 15 de enero de 2014

Desconectados I

Iba a hacer algo importante, pero no recordaba qué. Comprobó su agenda en el móvil. Nada. Cerró el resto de aplicaciones. Nada. Antes, se detuvo en una de ellas y entró por si había alguna actualización. Nada. Entonces, levantó los ojos de la pantalla y vio que el resto de los ocupantes del vagón de metro miraban también sus dispositivos. 
Nada. ¿Qué era eso tan importante que tenía que hacer? Y desbloqueó de nuevo su terminal para comprobar si estaba en alguna de sus notas. Había listas ciertamente curiosas. Tendría que revisarlas más a menudo. Con lo despistada que era, mejor si a partir de ahora lo anotaba todo y se organizaba así. Empezando ya, ¿por qué no? Lo escribiría ahora, aunque no recordaba qué era eso que tenía que hacer. Activó el teclado y mientras los menús de opciones se sucedieron, el metro avanzó estación tras estación dejando atrás la parada en la que tenía la cita a la que no podía faltar. Al final del trayecto, pensó que, después de todo, no sería tan importante si se le había olvidado. Y regresó a casa.

4 comentarios: